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Ser parte de INCORPORA nos permite ofrecer una salida real a personas en situaciones muy difíciles.

Entrevista a María Rubio, técnico de Incorpora en Fundación Integra desde 2015. La Fundación forma parte del Programa Incorpora en Madrid desde el año 2012. En 2019, Fundación Integra ha conseguido un empleo a 175 personas a través de Incorpora.

¿Cómo es el día a día de un técnico Incorpora?

Ser técnico de incorpora supone ser el nexo de unión entre beneficiarios, empresas y fundaciones.

Por un lado, realizamos una labor inicial de prospección y colaboración con las empresas. A continuación, vemos qué ofertas tenemos para cubrir. Las gestionamos en la intranet y compartimos aquellas en las que pueden participar otras entidades. Por otro lado, entrevistamos y realizamos el seguimiento de todos nuestros beneficiarios. También mantenemos un contacto constante con todos los técnicos de incorpora: gestionando los beneficiarios con las ofertas y su derivación a las empresas.

¿Qué es lo mejor de tu trabajo?

Considero que lo mejor de mi trabajo es ofrecer salidas laborales a personas que realmente lo necesitan y valoran.  Personas para las que un puesto de trabajo supone el comienzo de una nueva vida, una salida a su situación de exclusión, una oportunidad que aprovechan al máximo. Tengo la suerte de ser la persona que transmite todas las oportunidades laborales que ofrecen nuestras empresas patronas y colaboradoras a nuestros beneficiarios.

También es muy gratificante ver cómo cambia la vida de una persona en exclusión, ver cómo le ha cambiado la vida desde que nos conoció, cómo ha influido este cambio profesional también en su vida personal, y ser consciente de que nuestro esfuerzo y trabajo tiene una gran recompensa.

¿Y lo más difícil?

En mi opinión, lo más difícil es no poder llegar a todas las personas que nos necesitan porque por ejemplo, no tenga los papeles en regla. También no poder ofrecer oportunidades a todas las personas atendidas por nosotros, porque no todos tienen un nivel mínimo de empleabilidad y no está en nuestra mano poder ayudarlas en este sentido.

¿Cómo suele ser la relación con la empresa y con el usuario?

Tienen en común que son relaciones muy cercanas, queremos generar confianza y mantener fidelizadas a nuestras empresas, para que su compromiso con las personas en exclusión sea cada vez mayor porque esto siempre se traduce en más oportunidades de empleo para nuestros beneficiarios.

Trabajamos siendo muy conscientes de las necesidades y motivaciones de la empresa porque cuando eres consciente de todo lo que rodea a cada empresa es más fácil trabajar con ellos, ser para ellos un proveedor de recursos humanos de calidad, acertar con los perfiles, y lograr que apuesten cada día más por las personas más vulnerables. Para eso es muy muy importante conocer profundamente a cada beneficiario porque solo así conseguiremos que un puesto de trabajo concreto sea un cambio positivo en su vida.

¿Alguna anécdota con algún usuario o empresa de la que te sientas especialmente orgulloso?

En una ocasión conseguimos, a través de una oferta compartida en Incorpora, insertar a una persona que había tenido graves problemas de depresión. Fue un reto que apremiaba mucho ya que, para él, era fundamental tener rápido un trabajo en el que volver a sentirse útil, realizado, valorado. Finalmente conseguimos insertarle en una de las entidades del grupo. Actualmente continúa trabajando con ellos y ayuda a personas con discapacidad. Está feliz.

¿Qué es para ti lo mejor que aporta el programa Incorpora a la sociedad?

La colaboración y el trabajo en red entre distintas entidades, que permite dar una salida real a todas las personas que necesitan nuestra ayuda.