Bankia y Fundación integra ofrecen a personas que han estado privadas de libertad la oportunidad de formarse y conseguir un empleo.
- Desde 2015 este proyecto ha beneficiado a 95 personas reclusas en tercer grado, exreclusas y jóvenes en libertad vigilada que buscan reinsertarse en la sociedad gracias a un trabajo.
- En la cuarta edición del proyecto ‘Un futuro en libertad’ 20 participantes han encontrado un empleo a pesar de la COVID19, el 100% del objetivo marcado.
“Este proyecto me ha servido de mucho, lo he aprendido todo, porque yo he tenido una vida un poco complicada. Me han ofrecido una nueva oportunidad y la voy a aprovechar” dice David, uno de los participantes en este proyecto.
Como David, 20 personas ex reclusas se han beneficiado de esta cuarta edición ‘Un futuro en libertad’ que han llevado a cabo Bankia y Fundación Integra en Madrid, Valencia y Barcelona.
Para mejorar su empleabilidad, su motivación y autoestima, voluntarios de empresas como Bankia han impartido talleres en la Escuela de la Fundación ayudándoles a ponerse en acción y a aumentar sus probabilidades de superar con éxito una entrevista de trabajo.
Durante esta edición y debido a la pandemia Covid-19 y al estado de alarma, el desarrollo del proyecto se ha readaptado sin perder de vista el objetivo inicial: la mejora de la empleabilidad y la integración laboral de los participantes.
Algunas de las formaciones se vieron interrumpidas en el mes de marzo realizándose apoyos virtuales, donde voluntarios de empresas colaboradoras les han ayudado en la mejora de su CV y a preparar entrevistas de trabajo.
A pesar de la situación, en esta cuarta edición del proyecto ‘Un futuro en libertad’, que acaba de terminar, alcanza el objetivo marcado en su inicio, 20 participantes han encontrado un empleo.
“Cuando salí pensé que me iba a comer el mundo y me encontré con barreras a la hora de que me ofrecieran una oportunidad para comenzar de nuevo y ganarme la vida con un empleo”. “Este proyecto me ha servido para reciclarme y saber que quieren las empresas”, comenta Mario, otro participante del proyecto.
Añade que antes de participar en este proyecto se encontró con muchas barreras, nadie le daba una oportunidad y es consciente de que el hecho de haber estado en prisión era un motivo, “quería demostrarle al mundo que valgo y que quiero superar una etapa oscura de mi vida. Sin un trabajo no hay forma de salir adelante. Me sentía mal incluso cuando caminaba por la calle con miedo a no ser capaz de integrarme”. Para Mario, encontrar un trabajo ha significado “volver a nacer”.
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