Bankia y Fundación Integra dan un paso más en el apoyo a la integración de personas reclusas.
David Menéndez, Director de Responsabilidad Social Corporativa de Bankia, ha visitado uno de los talleres del programa para conocer a los participantes del proyecto.
Gracias a la generosidad de Bankia y a su compromiso con las personas en riesgo de exclusion social, 30 personas reclusas y ex reclusas tienen la oportunidad de mejorar su empleabilidad y conseguir un trabajo que les permita normalizar su vida y lograr su reinserción en la sociedad, a través del proyecto “Un nuevo futuro con esperanza”.
Cuando llegan a Fundación Integra, tras su paso por prisión, carecen de autoestima, se sienten fuera de la sociedad, se encuentran aislados tras la ruptura con el entorno que les llevó a delinquir, sin redes de apoyo y con falta de habilidades sociales y laborales. Por ello es necesario trabajar todos los aspectos de su recuperación anímica y en la identificación de sus capacidades, para canalizarlas hacia el empleo como vehículo de creación de una nueva forma de vida.
“Somos seres humanos, que hemos cometido errores, pero que de verdad queremos seguir adelante y encontrar un trabajo con el que sentirnos útiles y ganarnos la vida honradamente” comenta uno de los participantes del proyecto.
La iniciativa, “Un nuevo futuro con esperanza”, que se desarrolla en las ciudades de Madrid y Valencia, contempla un completo programa de formación prelaboral y fortalecimiento personal gracias al cual los participantes adquieren las herramientas y conocimientos necesarios para acceder al mundo laboral. El proyecto comprende también un periodo de prácticas voluntarias que permite a los participantes poner en práctica las habilidades adquiridas en la formación práctica.
David Menéndez, Director de Responsabilidad Social Corporativa de Bankia, ha visitado uno de los talleres del programa para conocer a los participantes del proyecto. David Menéndez ha destacado que “estas personas encarnan con actitud lo importante que es valorar las pequeñas cosas: el tener un techo, un trabajo, poder comer, […] tener una segunda oportunidad para recuperar el control de su vida. Apoyarles en su nueva oportunidad es muy importante”.
Por su parte, Patricia Robles, que como otros empleados de Bankia se ha implicado en el proyecto de forma personal convirtiéndose en formadora voluntaria, ha subrayado que “tienen unas ganas enormes de comerse el mundo y de reinventarse. De encontrar un trabajo y dejar atrás las barreras. Saber que mi experiencia profesional puede ayudarles a conseguirlo es increíble. Me han dado una nueva visión de la realidad”.
Se trata del primer proyecto que ambas entidades desarrollan para apoyar a personas reclusas y ex reclusas, ya que, hasta el momento, Bankia y Fundación Integra han llevado a cabo varios proyectos con personas con discapacidad y con mujeres que han sufrido violencia de género. Los buenos resultados conseguidos en iniciativas anteriores han permitido que Bankia y Fundación Integra renueven su colaboración reforzando su compromiso con las personas que viven en la exclusión social extrema.
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