El rostro de la Integración.
Cristina tiene ahora 25 años, pero tenía solo 19 cuando se quedó embarazada y se vio en la calle. Afortunadamente Cristina fue a parar a un piso de acogida de Horizontes Abiertos, una de las entidades sociales con las que trabaja Fundación Integra.
Llegó a Fundación Integra en 2015. Lo hizo con la inseguridad de una joven a la que no habían dado la oportunidad de valerse por si misma, pero con la convicción de que ella era la única persona que podía sacar adelante a su bebe.
“Me fui de mi casa sin dinero, sin trabajo, sin nada… con una tripita”.
Escucha la historia que está detrás de estas palabras, de ese pasado y de esos ojos que se iluminan cuando habla de cómo el trabajo le hizo crecer, sentirse útil y empezar una nueva vida junto a su hija