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Socios con actitud.

Entrevistamos a Rafael Vázquez, Director de Desarrollo de Lucania Gestión y voluntario corporativo de Fundación Integra.

«Participar como voluntario en la Fundación Integra aporta un gran valor a los demás, pero también a uno mismo»
«Mediante el voluntariado nos ayudamos a nosotros mientras ayudamos a otros»
«Es difícil encontrar tiempo para los demás, con todo lo que nos ocupa el día a día, sin embargo, los beneficios del voluntariado son tan grandes que merece la pena»
«El voluntariado es un camino de dos sentidos. Te puede beneficiar a ti y a tu familia tanto como a la causa que elijas para ayudar»

Entrevistamos a Rafael Vázquez, Director de Desarrollo de Lucania Gestión, empresa colaboradora de Fundación Integra.

En marzo de 2016, Lucania Gestión dio un paso más en su RSC uniéndose a Compromiso Integra, la red de empresas comprometidas con el empleo socialmente responsable a la que ya pertenecen 47 empresas de gran prestigio.

Como miembro de esta red, Lucania apoya la inserción laboral de personas en exclusión social o que tienen discapacidad, no solo a través de la integración directa de estas personas en la plantilla de Lucania, sino a través de la sensibilización y el voluntariado corporativo.

Rafael Vázquez, voluntario de Fundación Integra nos cuenta cómo ha sido su experiencia.

¿Promovéis de alguna forma el voluntariado corporativo entre vuestros trabajadores?

A título individual se llevan a cabo muchas iniciativas solidarias y de voluntariado y desde la compañía se promueve la participación en actividades de formación además de la participación en carreras solidarias.

También colaboramos con otros proyectos solidarios con personas desfavorecidas, enfermedades raras y en beneficio de jóvenes con potencial para hacer cosas que harán mejorar nuestro mundo.

Tú eres voluntario a título personal ¿cuánto tiempo llevas siendo voluntario y qué te motivó para participar en este proyecto?

Colaboro con varias iniciativas desde hace más de 10 años. Siempre he creído que debemos devolver a la sociedad lo mucho que se nos da y, sin ser capaz de hacerlo al completo, creo que este camino es uno de los muchos que te permite ayudar a los que más lo necesitan. 

¿Qué te aporta este voluntariado? ¿Retos y recompensas?

Este voluntariado es muy especial. Es un voluntariado “egoísta”, en el que te devuelven mucho más de lo que consigues dar.

Las personas receptoras de este voluntariado tienen una predisposición muy positiva y unas ganas fuera de lo normal. Es gente ávida de aprender, de interiorizar los conceptos y de demostrar (demostrarse) que son capaces de salir ahí afuera y comerse el mundo. Salir adelante y triunfar de nuevo en un mundo que una vez les dio la espalda.

La recompensa para el formador es inmediata y espero que el beneficio para estas personas lo sea también.

¿Qué crees que aportas tú, como voluntario, a los candidatos de la Fundación con los que has compartido tu tiempo?

Espero aportarles serenidad, ganas de vivir, alegría, confianza y seguridad. Quiero trasmitir somos humanos, que nos equivocamos, que tropezamos y que siempre hay una segunda (o tercera) oportunidad para todos. Quiero hacerles ver TODAS las posibilidades que están hay ahí afuera y que con algunas herramientas y todas las ganas que traen a mis sesiones, sus sueños estarán un poco más cerca. 

¿Qué es lo más positivo que te llevas de esta experiencia?

Me llevo las sonrisas, los agradecimientos, los comentarios hacia mis clases. Me llevo la visión de una realidad que está ahí, que no es siempre palpable, pero que tiene solución o por lo menos una mejor forma de gestionarse. Me llevo la sensación de que mínimamente hago a algunas personas más capaces de salir adelante. Eso es mucho.

¿Qué dirías a otras personas que quieren hacer voluntariado para animarles a dar el paso?

Les diría que “fuesen egoístas” y se lo plantearan inmediatamente. Que no puedes quedarte sentado y que siempre hay tiempo para las cosas que de verdad importan. Ponerte en los zapatos de otro enriquece el alma.