BNYM y Fundación Integra juntos por la integración laboral de personas en exclusión social.

El proyecto, que comenzó a principios de enero de 2015, tiene prevista una duración de doce meses, en los que diez personas en riesgo de exclusión social participarán en un programa de formación prelaboral que les preparará para su efectiva inserción en el mundo laboral.

Para la selección de los candidatos que participan en el proyecto, Fundación Integra ha llevado a cabo un proceso de reclutamiento en el que se ha evaluado a cada candidato a través de una serie de entrevistas que han permitido conocer las necesidades específicas de cada uno.

En total diez personas procedentes de colectivos en severo riesgo de exclusión social (mujeres víctimas de violencia de género, jóvenes en riesgo de exclusión, ex drogadictos, ex reclusos…) se beneficiarán de un programa de formación impartido por profesionales y voluntarios de las empresas que colaboran con Fundación Integra.

Gracias a este programa, los candidatos aprenden cuáles son los aspectos esenciales que deben tener en cuenta a la hora de enfrentarse satisfactoriamente a una entrevista de trabajo (puntualidad, sinceridad…), así como sus deberes y derechos como trabajador.

Por ello, éste está dividido en varios módulos centrados en habilidades sociales; comunicación verbal y no verbal; contabilidad: cómo ser un empleado responsable y confiable; trabajo en equipo: ventajas y cualidades necesarias; motivación intrínseca y extrínseca y entrenamiento de la capacidad de búsqueda de empleo. Como parte de uno de los cursos, los candidatos participan también en sesiones individuales de coaching, un proceso que les ayuda a localizar sus necesidades reales y aspiraciones.

Tras la finalización del programa, los beneficiarios son propuestos por Fundación Integra para su inserción en los diferentes procesos de selección que abren las empresas con las que trabaja la Fundación. La selección de los candidatos para cada proceso se basa en la adecuación de las características del candidato a las necesidades de la empresa. De esta forma, la posibilidad de que el candidato acceda de manera real a un puesto de trabajo se incrementa. También aumenta así, la confianza de los candidatos en sus probabilidades de éxito, una característica esencial que les ofrece la seguridad que necesitan para enfrentarse al proceso de selección y para adecuarse a sus nuevas vidas como trabajadores integrados.